9. La doctrina de Virginidad Perpetua de María: La iglesia católica dice que María siempre permaneció virgen,
incluso después de la concepción de Jesús. Este dogma se conoce
como la “virginidad perpetua” de
María y se afirma con la expresión “María siempre virgen”,
originada en el credo de San
Epifanio en el año
374 d.C.
San Agustín perpetuó la doctrina afirmando que ella fue
”virgen después del parto, y virgen siempre” (Catecismo
#499-507,
#510).
Algunos
católicos defienden esto
dogmáticamente
porque piensan que es un pretexto
para considerar
a María
una
figura “purísima”
(aunque el hecho de una
relación sexual marital no es ningún pecado desde el punto de vista
bíblico).
La
Biblia dice que Jesús fue el hijo primogénito (el primero de
los muchos hijos) de María y José. Ella siempre se mantuvo virgen
antes de la concepción de Cristo y hasta su nacimiento (Lucas
1:34-38). José y María no tuvieron relaciones
sino “hasta” después del nacimiento de Cristo
(Mateo 1:25; cf. Gn.
4:1; 4:17).
Los Evangelios indican que María tuvo
al menos al menos cuatro hijos después
de Jesús: Jacobo, José, Simón, y Judas (Mateo
13:55, 12:46)
e hijas (Mateo 13:56).
Al
principio, los
medio-hermanos
de Jesús no
creían en Él (Juan
7:3-5) y
fueron junto a
María para tratar de desanimarlo
(Mateo 12:46; Marcos 3:32;
Lucas 8:19-20). Pero
más tarde, ellos y María
estaban convencidos de que Él
era el Mesías (Hechos
1, Santiago
1).
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