jueves, 28 de mayo de 2020

28. El celibato clerical

28. El celibato clerical:

El celibato clerical se refiere al voto que los sacerdotes, monjes y monjas de la iglesia católica hacen de permanecer solteros, no casarse y no tener relaciones sexuales para dedicarse a su religión. Este precepto no es propiamente un dogma de la fe (es decir, no es obligatorio para todos los católicos), pero sí es, en palabras del pontífice Francisco, un "reglamento" que los líderes tienen que acatar.   

Esta condición no tiene origen bíblico como regla de fe, sino origen pagano, ya que se practicaba desde la antigüedad por monjes budistas y sacerdotisas vestales de la religión romana. Asimismo, en los primeros siglos después de Cristo, para algunos grupos ortodoxos del catolicismo como el rito oriental católico, no era obligatorio. 

Fue en los siglos II y IV que diversos líderes católicos empezaron a proponerlo como algo que fuera instituido en la religión. Finalmente, durante la Edad Media, en el siglo XII se estableció formalmente en el primer concilio de Letrán en 1123 d.C. y el segundo concilio de Letrán en 1139 d.C.: ese mismo documento, que establecía la excomunión para quienes no pagaran diezmos a los obispos (Canon 10) expresaba la condenación y persecución de los matrimonios y concubinatos de los sacerdotes, diáconos, subdiáconos, monjes y monjas (Cánones 6, 7 y 11): 
"Apegándonos al camino trazado por nuestros predecesores, los pontífices romanos Gregorio VII, Urban y Paschal, prescribimos que nadie debe escuchar las misas de aquellos que se sabe tienen esposas o concubinas... decretamos que cuando los obispos, sacerdotes, diáconos, subdiáconos, cánones regulares, monjes y profesos hermanos laicos que presuman haber tenido esposa y por tanto transgredan este precepto santo, deben ser separados de sus parejas, porque no consideramos que exista un matrimonio que, se concuerda, fue contraído en contra de la ley eclesiástica" (Canon 7). 
Desde entonces, la prohibición de casarse en matrimonio se impuso claramente a todos los que quisieran desempeñarse como clérigos, o de lo contrario no serían tomados en cuenta. La iglesia católica lo ratificó como un reglamento obligatorio en el concilio de Letrán (1215) y el concilio de Trento (1545 y 1563), y ya en el siglo XX también en la encíclica papal "Sacra Virginitas" (19??) de Pío XII, el escrito "Sacerdotalis Caelibatus" (1965) del Pablo VI, y una carta de 1979 de Juan Pablo II. 

Dentro de la iglesia católica, existe actualmente un Movimiento Nacional de las Familias de los Padres Casados con sacerdotes que esperan que en el futuro su respectiva Orden católica les exima de ese sacramento sacerdotal. Sin embargo, a la fecha, los que que estén casados en la jerarquía católica sólo pueden llegar a ejercer, a lo mucho, el puesto de diáconos. Actualmente, cualquier obispo o sacerdote ortodoxo católico también debe ser soltero o viudo para ejercer sus funciones.

Contrario a lo que enseña la Iglesia Católica, el celibato no sólo NO es enseñado en la Biblia, sino que, de hecho, en el Nuevo Testamento, el Apóstol Pablo enseñó lo contrario: que el que quiera ser obispo, es decir, pastor o líder de una congregación DEBE estar casado (1 Timoteo 3:1):
"Palabra fiel es ésta: Si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer. Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia , para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo" (1 Timoteo 3:1-7).
Aunque hay grupos liberales que difieren de la interpretación de que estar casados es un requisito, una buena parte del cristianismo evangélico concuerda en que es un requisito, y que, según este texto, alguien soltero que no ha formado una familia no debería ser ordenado para liderar una congregación donde se dirigirá a familias enteras. 

También se tiene el testimonio de primeros cristianos seguían esta línea de pensamiento desde los Evangelios. De hecho, la prueba más contundente es que el apóstol Pedro (a quien por cierto los católicos le consideran el primer pontíficeestaba casado, como se evidencía claramente en Mateo 8:14, donde se registra que Jesús sanó a su suegra. Otros miembros líderes de la iglesia primitiva también estaban casados, por ejemplo: Priscila y Aquila (Romanos 16:3), Andronico y Junias (Romanos 16:7), así como Ananías y Safira (Hch. 5:1), Apia y Filemón (Fil. 1:1-2), entre otros. 

Jesucristo, al enseñar con alusión a la abstinencia sexual, enseñó que la continencia NO era para todos, sino para sólo los que pudieran:
 "…11Pero El les dijo: No todos pueden aceptar este precepto, sino sólo aquellos a quienes les ha sido dado. 12Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte" (Mateo 19:1)
El apóstol pablo, que no estaba casado y aludió a su soltería, también habló acerca de la decisión propia y voluntaria de no casarse sólo cuando la persona tuviera el "don de continencia", aclarando que esto NO era una obligación ni algo propio para todos, y afirmando que para aquellos que no lo tuvieran, sería preferible que se casaran para tener relaciones sanas y lícitas como pareja y no caer en tentaciones sexuales:
"Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando" (1 Corintios 7:6-9).

lunes, 4 de marzo de 2019

Together 2016: El evento ecuménico más grande en la historia de EUA



El 16 de julio del 2016, se realizó en la capital de los Estados Unidos un magno evento ecuménico llamado RESET: "Together 2016"; una histórica reunión organizada en la histórica Explanada Nacional que contó con la presencia de más de 1,000 representantes de iglesias estadounidenses, tanto cristianas como católicas. 


El organizador del evento (el joven líder religioso y autor Nick Hall) junto a sus simpatizantes y medios de comunicación nacionales convocó a miembros y jóvenes de todas las denominaciones cristianas a escuchar a más de 40 cristianos famosos de distintas partes del mundo y tener comunión y unidad espiritual mutua. 



Antes del encuentro, Nick Hall viajó al Vaticano en persona para buscar el apoyo del Papa Francisco, quien fue uno de los invitados de honor. Al no poder asistir en persona, el Papa mismo promocionó la iniciativa con un mensaje que sería enviado en video desde el Vaticano, y grabó un mensaje que fue transmitido en el evento:



Los promotores estipularon que uno de los propósitos principales que buscaban era el de eliminar divisiones creyentes y que tanto católicos como cristianos y miembros de todas las iglesias se unieran para reconocerse como "miembros del cuerpo de Cristo" y considerarse "hermanos y hermanas". Se contó también con el apoyo del entonces presidente Barack Obama (quien envió una carta que fue leída ante el público), Lou Engle, un famoso pastor líder de la iglesia IHOP en Kansas) y Michael W. Smith (uno de los músicos más influyentes de la música cristiana contemporánea estadounidense).



Entre los cristianos famosos invitados y participantes se encontraron: 

  • Andy Mineo (canceló)
  • Ann Voskamp
  • Casting Crowns
  • Christine Caine
  • Christine D'Clario
  • Crowder
  • Francis Chan
  • Hillsong United
  • Jennie Allen
  • Jeremy Camp
  • Jo Saxton
  • John K. Jenkins Sr.
  • Josh McDowell
  • Kari Jobe
  • Kirk Franklin (canceló)
  • Lacey Sturm (canceló)
  • Lauren Daigle
  • Lecrae
  • Lindsey Nobles
  • Luis Palau
  • Mark Batterson
  • Matthew West
  • Matt Maher
  • Michael W. Smith
  • Mike Kelsey
  • Nabeel Qureshi
  • Nick Hall
  • Passion
  • Ravi Zacharias
  • Ronnie Floyd
  • Sammy Wanyonyi
  • Samuel Rodriguez
  • Tasha Cobbs
  • Tedashii
  • Tony Evans
  • Trip Lee. . . . . . . . . . . . . . . . entre otros
Asimismo, se contó con la sorpresiva aparición de una delegación de líderes romanos católicos como Matteo Calisi, Bruno Ierullo y el Obispo Robert.

Originalmente se planteaba que comenzaran a las 9 de la mañana y terminaran a las 9 de la noche, pero una inesperada e intensa ola de calor les obligó a terminar tan sólo 5 horas después de haber comenzado. A pesar de ello, la cantidad de asistentes hizo que la reunión fue catalogada como el evento "cristiano" y católico más grande en la historia de los E.UA.  



Dos años después, Nick Hall organizó otro evento en Texas llamado "Together 2018" (Juntos 2018), continuación del primero, con el lema "nosotros somos la generación juntos" y  "únete al experimento". El evento se promocionó de nuevo con  la idea de "adorar juntos", celebrar el evangelismo, y "promover la unidad", esta vez reclutando a más gente de habla hispana, y contando con la participación de los siguientes músicos y conferencistas:





  • Alena Pitts
  • Andy Byrd
  • Andy Mineo
  • Bethel Music
  • Ben Pirtle
  • Banning Liebscher
  • Brian Houston
  • Chrisstine D'Clario 
  • Dave Lubben
  • Ebony Small
  • Francis Chan
  • Grant Skeldon
  • Hillsong Worship
  • I Am The Storm
  • Jesus Culture
  • Joe White
  • John M. Perkinz
  • Jonathan Pokluda
  • Jonathan Traylor
  • Justin Giboney
  • KB
  • Lacey Sturn
  • Laurel Bunnker
  • Lauren Chandler
  • Lindy Conant
  • Loren Cunningham
  • Matt Chandler
  • Mercy Chan
  • Mike Lindell
  • Natalie Lauren
  • Nona Jones
  • Priscilla Shireer
  • Ravi Zacharias
  • Richard Stearns
  • Richmond Wandera
  • Rick Wilkerson Jr
  • Sammy Rodriguez
  • Shelene Bryan
  • ShySpeaks
  • Steve Green
  • Tedashii
  • Tercer Cielo
  • The Walls Group
  • Todd White
  • Tye Tribbett 
  • York Moore


  • La organización detrás de Together 2018 es PULSE, fundada también por Nick Hall, quien le define como un esfuerzo que "desde su fundación, ha unido los brazos con cientos de ministerios e iglesias alrededor del mundo [...]"

    FUENTES DE INFORMACIÓN

    martes, 10 de julio de 2018

    27. La tradición católica como fundamento de la religión

    27. La tradición católica como fundamento de la religión

    Aunque ya se hacía desde la Edad Media, en 1965, como resultado del Segundo Concilio Vaticano, el Papa Pablo VI promulgó oficialmente la Constitución Dogmática sobre la Revelación Divina, titulada "Dei Verbum", donde establecía la doctrina de la llamada “tradición sagrada” de la iglesia, la cual dice que la tradición religiosa tiene el mismo nivel de importancia que la autoridad de la Escritura. 

    La tradición católica (con toda su forma litúrgica, oraciones, y enseñanzas extras de los obispos) es oficialmente considerada al mismo nivel de las Biblia por los católicos. De este modo, el catolicismo no cree que la Biblia sea la base de la fe; según el documento, la tradición debe ser considerada como fundamento para la interpretación de los textos bíblicos y la determinación de los ritos religiosos. Para sonar convincentes, la iglesia católica afirma que las tradiciones que ellos tienen y enseñan fueron pasadas de generación en generación, comenzando por los apóstoles, pero eso es una gran mentira que cualquiera que lea la Biblia puede darse cuenta. También se jactan de que los llamados “Padres de la Iglesia” (teólogos como Ambrosio de Milán, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Gregorio, Jerónimo, Crisóstomo, etc.) afirmaban muchas de sus doctrina desde hace mucho tiempo, y que por lo tanto es verdadera. Su forma de entender y practicar la religión descansa en la tradición de hombres, falibles y limitados de entendimiento, como todos lo somos. Los líderes católicos modernos explican el cambio de posturas a lo largo del tiempo diciendo que la fe católica va “mejorando” con el paso del tiempo y afirman que los dogmas católicos han necesitado ser clarificados por los posteriores líderes de la iglesia y decretos católicos porque no eran muy bien entendidos por todos los creyentes antes de que “el papa” los explicara, pero ésto usualmente se realiza a decretos papales o de obispos que siguen contradiciendo las Escrituras con tal de aferrarse a su tradición dogmática. 

    En su Ensayo y Carta sobre la tolerancia, John Locke explicaba que la diferencia entre los fundamentos de donde parten tanto el catolicismo como el cristianismo evangélico hacen que éstas sean religiones bastante distintas. En sus palabras, "los papistas y los luteranos, aunque ambos profesen la fe en Cristo y son llamados 'cristianos', no son, sin embargo, de la misma religión; porque éstos últimos no reconocen otra cosa que la Sagrada Escritura como base y regla de su religión, y aquellos toman en cuenta además las tradiciones y decretos de los papas, y ambas cosas hacen la regla de su religión”.

    Según lo que enseña la Biblia, la doctrina fundamental correcta es que solamente la Palabra de Dios debe ser el punto de partida y fundamento para conocimiento de la vida espiritual humana, y ésta es la única regla de interpretación para dar una aprobación o desaprobación de las tradiciones humanas. Las interpretaciones religiosas y tradiciones humanas que no se conforman a los principios completos de la Biblia deben ser consideradas peligrosas, falsas o engañosas. Pedro reconoció que en porciones de la Biblia, "hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen--como también tuercen el resto de las Escrituras--para su propia perdición" (2 Pedro 3:15-17), pero ninguna profecía de la Escritura puede ser un asunto de interpretación personal,  sino que es dada por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:20; 2 Pedro 2:1-22). 

    La Biblia dice: "Cuídense de que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo" (Colosenses 2:8). Pablo también reconoció, por experiencia propia, que cuando una persona es más celosa de las tradiciones de sus antepasados que del mensaje de Jesucristo, se está cayendo en un grave error (Gálatas 1:14). Este era también uno de los tropiezos más grandes de los fariseos religiosos y Jesucristo los confrontó duramente por ello en varias ocasiones. En Marcos 7, por ejemplo, afirmó que que ellos “Dejando el mandamiento de Dios, se aferran a la tradición de los hombres. También les decía: astutamente violan el mandamiento de Dios para guardar su tradición... invalidando así la palabra de Dios por su tradición, la cual han transmitido, y hacen muchas cosas semejantes a éstas” (Marcos 7:8-9; 13; cf. Mateo 15:1-6). Es claro que la tradición de los hombres nunca es norma en la Biblia. Este principio es conocido en la teología como "Sola Scriptura" y básicamente enseña que cuando la tradición no contradice el Evangelio, no hay problema, pero si la tradición contradice la Escritura, debe obedecerse la Escritura y desecharse la tradición.

    jueves, 5 de julio de 2018

    26. Las doctrinas de la Ley Canónica y Poder Secular

    26. Las doctrinas de la ley canónica y el poder secular:
    Históricamente, el catolicismo se ha adjudicado a sí mismo el poder de tener injerencia sobre gobiernos y asuntos seculares porque dice tener el permiso divino de hacerlo. Los Papas no solo se han dado a la tarea de promulgar nuevos dogmas canónicos (nuevas creencias o leyes religiosas obligatorias para todos los creyentes), sino también leyes civiles (nuevos estatutos seculares para todos los que vivan bajo su territorio). 

    La justificación del poder secular de la ICAR se basa en el concepto de "constitución apostólica" (constitutio apostolica), el nivel más alto que se le concede al Papa para decretar nuevas leyes dogmáticas. El término proviene del latín "constitutio" y en tiempos del Imperio Romano se refería a cualquier ley emitida por el emperador. La Iglesia Católica Romana tomó el concepto de ley canónica (jus canonicum) como un poder heredado de la ley Romana después de la caída del imperio romano de Occidente y así justificó su adquisición del poder secular. En base a esta idea, los papas gobernaron diversos territorios como jefes de estado, estableciendo leyes seculares para todos los miembros de la sociedad donde ejercieron su poder. Lo hicieron durante la Edad Media, desde el año 752, en territorios italianos, cuando el rey Pipino el Breve le otorgó la ciudad de Roma y sus territorios de alrededor al Papa Esteban II, quien la había reconocido como el rey. Más tarde, la Iglesia Católica adquirió tierras en otros países, que eran llamadas "Patrimonio de San Pedro". Se hizo de un propio ejército. A los diversos territorios que eran gobernados por los líderes católicos se les conocería como “Estados Pontificios”. Allí los Papas ejercieron autoridad civil y la administración de los recursos estatales. 
    "Los Estados Pontificios llegaron a abarcar prácticamente todo el centro de Italia, alcanzando su mayor extensión territorial en el siglo XVI. Casi todos los territorios anexionados estuvieron bajo el poder del Papa hasta 1797, cuando las tropas de Napoleón Bonaparte invadieron los territorios y crean la República Romana. El Papa Pío VII recuperó el poder sobre los territorios en 1801 el papa y durante el Congreso de Viena de 1815 se le restituyeron casi todas las posesiones manteniendo la zona bajo vigilancia austriaca. La disolución de los Estados Pontificios tuvo lugar en 1870, tras la unificación italiana bajo la hegemonía de Víctor Manuel II que anexionó los territorios romanos al naciente país".
    Tuvieron el poder secular por siglos hasta que diversas revoluciones y reformas del siglo XIX y XX en diversos países fueron relegando el poder de la Iglesia de Roma a asuntos en los que sólo tuvieran injerencia dentro de su propia organización.  

    Sin embargo, durante la época del fascismo italiano, en el año de 1929, Benito Mussolini otorgó al Vaticano su cualidad de Estado Independiente por medio de los Pactos de Letrán. A partir de entonces la Ciudad del Vaticano se ha considerado el país más pequeño del mundo y cada Papa en turno ha sido considerado Jefe de Estado con funciones administrativas, con un banco propio donde reciben las donaciones de feligreses de todo el mundo. La sede papal, conocida como la Santa Sede (ubicada en la Catedral de San Pedro en la ciudad del Vaticano) ocupa un lugar preeminente entre las demás sedes católicas episcopales porque constituye el gobierno central del Estado-institución y una entidad política soberana propiamente dicha. Una sección llamada “Oficina de prensa de la Santa Cede” publica un boletín que reporta a la prensa internacional informes sobre asuntos y acciones seculares que realizan.


    Jesucristo habló con mucha precisión acerca de la separación entre el gobierno secular del mundo y su Iglesia verdadera. Él enseñó que es necesario "dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios" (Lucas 20:25; Mateo 22:21, Marcos 12:17),lo cual es una exigencia de no mezclar las cosas: el César no tiene jurisdicción ni facultad de decidir sobre lo que es de Dios, y a Dios no le interesa administrar los asuntos del César ni ejercer el poder de un imperio secular. 

    Eso fue claro cuando, luego de haber alimentado a una multitud, "Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo" (Juan 6: 14-15). Cristo también lo dejó claro ante a Pilatos, quien preocupado de que Él fuese el "rey" secular del pueblo judío y temiendo que fuera a reclamar su gobierno en lugar de él: "Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí" (Juan 16:36). Jesús no estaba interesado en ser gobernante secular de gente por la fuerza, ni tampoco estaba interesado en discutir sobre las leyes seculares que tendrían que imponerse en un Estado. 

    Él también dio instrucciones a sus seguidores de NO ejercer autoridad o poder estatal sobre las naciones: "Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo" (Mateo 20:25; ca. Lucas 22:25). Aquellos que ostentan el derecho de gobernar a los pueblos enseñoréandose de ellos, no están obedeciendo el Evangelio de Jesucristo en este aspecto. 

    El apóstol Pablo también enseñó que la verdadera Iglesia de Cristo debe juzgar a los que están dentro de la iglesia pero no le compete juzgar a los de afuera porque Dios mismo los juzgará en el futuro (1 Corintios 5:12; 6:1). Jesucristo mismo se negó a hacer injerencia como juez sobre asuntos seculares entre hombres (Lucas 12:13-14) y Él nos dice que debemos seguir su ejemplo en todo, y no andar como los gentiles. "El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo" (1 Juan 2:6) 

    miércoles, 4 de julio de 2018

    25. La confesión de pecados ante los sacerdotes


    25. La confesión de pecados ante sacerdotes u obispos:

    El catolicismo enseña que, para ser perdonados por Dios, los católicos deben ir y confesar los pecados que han cometido ante un sacerdote aprobado por la Iglesia Católica. Esto es creído porque se cree que los obispos tienen facultad de perdonar casi todos los pecados en el nombre de Dios. Según la “penitencia” que decida el sacerdote después de esto (que suele consistir en la repetición de un número de rezos determinados), se les dice que Dios habrá perdonado sus pecados. El Catecismo oficial de la Iglesia Católica lo establece así: “la confesión, que consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote; la satisfacción, es decir, el cumplimiento de ciertos actos de penitencia, que el propio confesor impone al penitente para reparar el daño causado por el pecado” (1450-1460, 1487-1492). 
    Hay ciertos pecados considerados más “graves” que, para ser perdonados, el catolicismo dice que debe entregarse una solicitud de perdón por medio de un proceso formal que avise a algún líder de las jerarquías al respecto. Estos, a su vez, dependiendo de la seriedad del asunto o el tipo de pecado, “absolverán” a la persona, o llevarán la petición de perdón a obispos y sacerdotes autorizados de una jerarquía mayor, o al mismo Papa. Este proceso se realiza porque la Iglesia Católica ostente tener el poder de intervenir en el perdón que Dios concede al hombre: el supuesto proceso de “reconciliación” se realiza formalmente por medio de uno de los tres tribunales de “Penitenciaría Apostólica” del Vaticano.

    Jesucristo dijo que TODO tipo de pecados puede ser perdonado por Dios, excepto aquél que cometieron los fariseos (Mateo 12:31). La Biblia no dice que tengamos que hacer papeleos para reconciliarnos con Dios: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel para perdonarnos y purificarnos de toda impiedad” (1 Juan 1:9). Jesucristo aseguró que Él mismo tiene toda la autoridad de perdonar los pecados en la Tierra (Mateo 9:6). 

    La confesión de pecados mutua hacia otras personas (según Santiago 5:16) no tiene nada que ver con confesarlo a los líderes católicos: debe entenderse como una confesión hacia las personas que hemos dañado o hecho mal: nunca en la Biblia se dice que sea necesario hacerlo ante un sacerdote para poder ser perdonados. La idea de que eso sea obligatorio es totalmente anti-bíblica. 

    Jesucristo aseguró que los hombres podemos perdonarnos mutuamente nuestras ofensas también (sin la intervención de sacerdotes): Si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros” (Mateo 6:15). En otra parte del Evangelio, dijo a sus seguidores que habían sido llenos del Espíritu Santo: "A quienes perdonen los pecados, éstos les son perdonados; a quienes retengan los pecados, éstos les serán retenidos" (Juan 20:23).

    martes, 3 de julio de 2018

    24. La Doctrina de Infalibilidad Papal


    24. La Doctrina de Infalibilidad Papal: 
    La infalibilidad papal, también conocida como "la infalibilidad del Magisterio" es la idea de que el Pontífice Romano o “papa”, no sólo tiene autoridad de ser "Supremo Pastor de la iglesia", sino que también tiene la facultad de "proclamar con acto definitivo una doctrina referente a la fe o a la moral", y "todo fiel debe adherirse a tales enseñanzas". En muchos contextos se cree que si él o el conjunto de obispos que pertenecen al magisterio católico deciden dogmatizar una doctrina distinta o hacer una declaración nueva de fe distinta de la Biblia, éste tendrá que ser aceptada por todos los católicas, porque se dice que no pueden mentir, ni equivocarse y son “infalibles”. Esta doctrina se convirtió en un dogma en el Primer Concilio Ecuménico del Vaticano en el documento titulado "Pastor aeternus" en 1870, cuando, de forma oficial, los obispos y el propio Papa Pío IX se adjudicaron a sí mismos esta postura, que ya se enseñaba en el catolicismo desde la época medieval. En 1950, Pío XII se refirió a la infalibilidad papal diciendo: "Si cualquiera, Dios no lo quiera, se atreviera a negar o cuestionar voluntariamente aquello que nosotros ya definimos, que se sepa que ha caído completamente de la fe divina y católica" (Munificentissimus Deus). En 1964, la doctrina sobre "la institución, perpetuidad, poder y razón de ser del sacro primado del Romano Pontífice y de su magisterio infalible, el santo concilio la propone nuevamente como objeto de fe inconmovible a todos los fieles" (Lumen  Gentium, Cap. 3). También usa como justificación para sostener la doctrina de infalibilidad de la iglesia.

    La Biblia dice: “todos se han desviado, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno” (Salmos 53:3). También enseña que todo hombre es falible y propicio a hablar falsedad (Romanos 3:4). Cristo mismo, que es el verdadero Pastor Supremo de la iglesia y no ningún hombre, dijo que: “No hay bueno, sino Dios” (Marcos 10:18). Ningún hombre ni concilio de hombres tiene el derecho de determinar lo que es verdad si ésto contradice lo enseñado por Cristo y las Escrituras: “Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no lo recibáis en casa, ni lo saludéis” (2 Juan 1:9). La Biblia también dice: “Maldito el hombre que confía en el hombre” (Jeremías 17:5). El apóstol Pablo indicó que ningún ser humano tendría facultad de declarar ninguna cosa distinta a lo que ya estaba establecido en el Evangelio anunciado por Cristo y en las Escrituras: “hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema” (Gálatas 1:7-9). También advierte: “Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18,19). Dios desaprueba a quienes se justifican a sí mismos y tienen un mal corazón (Lucas 16:15) y a quienes se creen justos en sus propios ojos (Prov. 26:12). Dios rechaza a quienes se exaltan a sí mismos y advierte a quienes que se hacen pasar por encima de los demás: “Abominación al SEÑOR es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo” (Proverbios 16:5).

    lunes, 2 de julio de 2018

    23. El Papa como la Cabeza de la Iglesia


    23. El Papa como la Cabeza de la Iglesia:


    El Papa como la Cabeza de la Iglesia: La iglesia católica afirma que el Papa es “la Cabeza del cuerpo de obispos” (Catecismo, 936-937), que él "tiene plena, suprema y universal potestad, que puede siempre ejercer libremente" (Lumen Gentium, n. 22), que él "es el principio y fundamento perpetuo [eterno] y visible de unidad, tanto de los Obispos, como de la multitud de los fieles" (n. 23) y que él tiene facultad y derecho de “dar su consentimiento” o aprobar o desaprobar las cosas que hacen o dicen los creyentes. 

    La Biblia afirma que JESUCRISTO “es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:16-18). Este título es únicamente asignado a Jesús como Salvador, diversas veces en la Escritura (Efesios 1;22, 5:23, 1 Cor. 11:3), señalando que sólo Él, por medio de su Espíritu, une a los creyentes en la fe como miembros de su cuerpo espiritual (Ef. 1:10, 2:14, 4:3, 4:11-13, Fil. 2:1, Gál. 3:26-28, 1 Cor. 12:12-13). Cristo dijo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mat. 28:18). Nadie puede usurpar el lugar que sola y únicamente le pertenece a JESÚS.